El almirante Nelson divisa su flota al sudoeste, desde la perspectiva privilegiada de los 52 metros de altura de su pedestal. A ras de suelo, los londinenses y, sobre todo, los visitantes descansan los pies a la sombra de la grandeza del imperio.
Estos contrastes son Londres. El Espléndido Aislamiento británico, la galería de héroes honrados entre Parlament St, Whitehall y Trafalgar Sq, la exageración neogótica del Parlamento y su torre del reloj, frente al pleno en colores, acentos y razas, los Sex Pistols y su enrevesado metro, de la misma época que la grave sede parlamentaria. La columna que recuerda al héroe caído frente a las costas españolas y las tumbonas desde las que mirarle.
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