A restar:
- En el control de entrada del aeropuerto de Londres me hicieron ver que, si no estamos en marzo, mi pasaporte está caducado. Desde Asturias me informaron, a su vez, de que a pesar de lo que yo pudiera pensar, Polonia lleva en la UE desde 2004. Yo creo que lo miraron en internet... De aquí a septiembre, que es cuando voy yo, no creo que los echen.
- Definitivamente se ha roto la pata de la maleta, la que bailaba. Ya había llegado en las últimas de Roma...
- No funciona el auricular derecho de los cascos del iPhone... Esto resta poco. Restaría más si se hubiese confirmado lo que pensé en un primer momento, que me había quedado sordo de un lado.
- Me han regalado un pase de día para el metro. Y eso que no entendí nada de lo que me dijeron.
- La habitación del hotel es lo que siempre he querido: todo cama. Vamos, los tres metros escasos.
- La London Pride y yo estamos en fase preliminar.
- Vaya corte de españoles que tienen unos cuantos por aquí. El resto, de italianos.
- El intento de aterrizaje suave ha fracasado: ni en el Tendido Cero ni en el Cambio de Tercio (nadie lo diría, pero los dueños son los mismos) me pudieron dar mesa. Ni para mañana, ni para pasado mañana. Pero cené bien igual (esto debería sumar).
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