domingo, 23 de agosto de 2009

Mathew Street


Mathew Street, en Liverpool, es una atracción mundial. Pero no pierde su esencia. Al menos la conserva en parte, apoyada en la leyenda del Cavern Club, aunque ya no esté donde estaba: lo reconocen y consiguen que la salida de emergencia actual, puerta de entrada pasada, sea lugar de culto.

En lugar de encontrar un museo, en Mathew Street te encuentras altares, en forma de bares, con la imaginería de los cuatro de Liverpool y, sobre todo, con su música. Porque la calle sigue siendo eso, bares. El trasiego de locales, que acuden a escuchar música, y de visitantes, sobrecogidos por la historia de la zona, es la que mantiene viva esta calle del centro de Liverpool. A pesar de que, a cincuenta metros, le hayan colocado el que debe ser el mayor centro comercial del mundo explorado.

PD: Me sigue fascinando la historia de Pete Best: el batería al que echaron de los Beatles y luego quiso ser panadero.

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