


El caso es que como se ve en esta segunda tanda de fotos, las diez millas en cuestión sirvieron para algo, para ir a ver un partido del Liverpool. Después de hablar con quince o veinte reventas, de estar a punto de pagarle una pasta a uno, de preguntar a medio aforo si tenía un "extra ticket" y de fisgar una puerta a medio vigilar, y cuando ya estaba resignado a ver el Tottenham-Liverpool en el bar que está pegado a White Hart Lane, me encontré un hincha del Liverpool al que le sobraba una entrada y me la dejó a precio de taquilla (47 libras). Perdió el Liverpool. Sólo conozco otro equipo al que los árbitros sean capaces de no pitarle dos penalties de libro en dos minutos. Pero ese otro equipo va de azul.
Bueno, entrar y escuchar a Stone Roses se agradece. Sigue así, nun ye tan fieru.
ResponderEliminar